viernes, 5 de marzo de 2010

Capítulos 11 y 12

Capítulo 11: Mi amiga

Y es que a veces las palabras sobran y con una mirada se puede decir mucho más, que si nuestra boca hablara y hablara por horas, por eso pude comprender perfectamente lo que estaba sintiendo mi amiga, tal y como me habían dicho Patri, Paula y Jenny necesitaba tiempo, fuera lo que fuese, lo que le estaba pasando, necesitaba tiempo para asimilarlo y poder seguir adelante, por eso con su mirada sentí todo ese dolor, que llevaba por dentro y la necesidad de que no dijéramos nada, que la dejásemos, que ese no era el momento de hablar y con esa mirada sobre todo, trató de mostrarnos como se sentía y admitirnos que si que le estaba pasando algo. Eso era mucho más de lo que podíamos esperar de ese instante. Cuando mis amigas y yo logramos reaccionar, ninguna dijo nada todas nos quedamos sumergidas en nuestros propios pensamientos y nos dirigimos a clase sin decir ni una sola palabra.

Cuando estaba en clase pude darme cuenta, de como todos miraban estupefactos a Marisol, se habían dado cuenta de lo mismo que nosotros, que nuestra amiga no estaba nada bien, pero no, no era eso por lo que todos la miraban, estaba hablando por móvil entre susurros y con el profesor metido en clase…

Lo más sorprendente es que nuestra profesora, miró al suelo y se hizo la que no vio nada, ¿Por qué? Si en clase los móviles tenían que estar apagados porque como sonara alguno lo requisaban, definitivamente no entendía nada de nada.Los días pasaron y Marisol seguía con sus misteriosas llamadas, apareciendo y desapareciendo y sin apenas hablarnos, en lo que si parecía haber cambiado, era en su aspecto, estaba mucho más delgada y sus ojos ya no estaban hinchados y rojos parecía que había dejado de llorar, en cambio sus ojeras seguían ahí, por lo que deduje que seguía pasándolo bastante mal, su mirada delataba su sufrimiento, me iba a volver loca con esta incertidumbre.

Por eso cuando nos dijeron que el viernes por la tarde había que ir a clase para preparar una exposición y un examen de Biología del próximo viernes creí que ese era el momento de romper el silencio que había entre nosotras, mis amigas estuvieron de acuerdo con mi idea, pero solo me dijeron que ellas no sabían que decirle, que hablara yo, pero que ellas estarían ahí, para respaldarme, así que todo caía sobre mí.

El Jueves por la tarde me pasé pensando en ella y en que decirle, en como acercarme a ella sin que saliera huyendo, hasta que decidí conectarme al Messenger y poner música para despejarme. Se abrió una ventana:

“Hola” era Marisol, iba a aprovechar esta ocasión, durante estos días casi ni nos había dirigido la palabra.

-Hola Marisol!!! Mañana vas por la tarde no?

“si, si Claro”

-genial, haber si hablamos un rato después

“¿de qué?”

- hace días que no hablamos…

“ya… lo siento, pero es mejor así”

-¿Por qué? Yo soy tu amiga y me duele que no hables casi conmigo

“ya, yo también soy tu amiga Mari pero tengo demasiados problemas”

-lo sé, por eso no he querido agobiarte

“gracias Mari, no tengo cabeza para nada”

- sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras

“lo sé y gracias”

- ¿dónde estás conectada? Que no tienes imagen

“ ah! Eso es porque estoy en casa de mi tía, haciendo la tarea, en un rato me voy.”

- ah ok, ok. Por favor mañana podemos hablar aunque sea 5 minutos

“ claro, mari hasta mañana(K)”

-bye wapa(K)

Ya todo estaba casi listo tenía el momento para hablar con ella y ella lo sabía, así que no saldría huyendo, por lo menos había admitido que tenía problemas, trataría de ayudar a mi amiga como fuera, desde que sabía que algo en su vida no iba bien, no podía quitarme su cara de mi mente, a todas horas, a pesar de muchas diferencias con su manera de ser, que yo no compartía, ella era una buena amiga y siempre había estado a mi lado, por eso no podía permitirme a mí misma, abandonarla en un momento así, sentía como si me traicionase a mí misma, cada día que pasaba sin tener una respuesta. Llegó el viernes por la tarde y esa tarde, comencé a descubrir cosas, que jamás se me habían pasado por la mente, ni que jamás hubiera podido pensar que habían estado ocurriendo ante mis ojos:

¿estaba ciega? O ¿la propia realidad intentaba cegarme a mí y al resto?

Capítulos 12 La realidad de Marisol

Menudo tostón ir un Viernes por la tarde al colegio ¿verdad? Eso sería lo lógico, pero para mí este Viernes, significaba mucho más, tenía el presentimiento de que por fin podría entender a Marisol, algo dentro de mí me lo decía por eso cuando llegué al colegio, aproveché para contarles lo que pensaba hacer a mis amigas:

-Chicas, voy a hablar con Marisol, en cuánto salgamos de preparar el examen y podamos hablar.

Yarey: genial Mari, ojala te diga que le está pasando.

Loli: sí, porque estoy súper preocupada por ella, como siga así, se va a quedar en los huesos.-sí chicas, a ver si se desahoga y se dejar ayudar.

Samara: Mari ¿y qué vas a decirle o más bien cómo? Porque sabes que no es nada fácil.

-ya lo sé Sami, por eso mi idea es esperar a que terminemos en el colegio y a la salida hablar con ella, además ella sabe que voy a hablar con ella, se lo dije por MSN y aceptó, así que espero que eso lo facilite, de todas formas creo que será mejor que me dejéis a solas con ella.

Samara: sí yo creo que será lo mejor, porque si vamos todas al igual se siente presionada.

Yarey: si ya, pero por lo menos dile que todas estamos preocupadas por ella y que queremos ayudarla, en lo que sea.

-claro que se lo diré.

Loli: si y dile que nos tiene para lo que sea, que somos sus amigas.-chicas no os preocupéis, yo se lo pienso decir y a ver si cuenta algo, porque no se yo.

Marisol llegó y nos saludó, con la misma todas entramos a preparar nuestro examen, la hora y media se me hizo larguísima, no paraba de darle vueltas a mi cabeza sobre cómo empezar la conversación con mi amiga y sobre todo, no paraba de pensar en que era lo que estaba pasándole a Marisol. Se terminó esa hora y media, eterna y nos dirigimos todos a la salida, cuando estábamos fuera, mis amigas me echaron un cable:

Yarey: ey Marisol, ¿qué te pareció lo del examen?

Marisol: bueno habrá que estudiar bastante.

Loli: si sí, no lo va a poner nada fácil.

- bueno estudiando nada es imposible chicas.

Samara: eso es verdad, Mari ¿esta noche conéctate plis?- me guiño el ojo-

-claro Sami eso está hecho-le saqué la lengua

Marisol: ¿ya te vas Sami?

Samara: si chicas me voy, que mi madre me mata, nos vemos, conéctense y hablamos bye.

Yarey: nosotras también nos vamos porque Loli tiene que ir a comprar y voy con ella, ¿ustedes que van a hacer?

-pues daremos una vuelta, bueno toletas se cuidan.

Las chicas se fueron dejándome en el momento perfecto con Marisol, así que fui directa al grano:

“Marisol, damos una vuelta y así hablamos ¿recuerdas?”

“claro que me acuerdo de lo que hablamos por MSN” Mi amiga y yo fuimos caminando hasta llegar a una plaza donde decidimos sentarnos en una mesita del bar y tomarnos un refresco:

“Marisol, tenía muchas ganas de hablar un rato contigo”

“ y yo también, sobre todo de desconectar”

- me imagino, estos días casi no hemos hablado y se echa de menos

“gracias yo también lo echo de menos, lo que pasa que estos días he preferido estar sola, lo siento”

-no tienes porque disculparte, hay veces que uno necesita su espacio y su tiempo.

“ya pero lo que no es normal, es que aparezcan problemas y más problemas y te absorban totalmente, dejándote sin ánimos de nada, ni siquiera para hablar.”

-¿eso es lo que te ha pasado estos días, no tenías ánimo de nada?

“sí, y es más que eso Mari, son demasiadas cosas, tú ignoras”

-me imagino que las cosas, no están nada bien pero como te dije por MSN me tienes para lo que desees.

“Lo sé y no sabes cuánto te lo agradezco- me abrazó con los ojos llorosos.”

-¿Qué tienes? Porque estás llorando

“es que… no aguanto más, no soporto todo lo que está pasando, de un momento a otro… todo se torció, no sé, todo estaba tan bien… es que no entiendo nada”

-No te entiendo… pero una cosa sí que te aconsejo, no le des más vueltas, las cosas si están de pasar pasan Marisol y atormentándote no consigues nada más que hacerte daño.

“sí lo sé, pero no es fácil, vamos a otro sitio, que aquí hay mucha gente.”

Mi amiga y yo comenzamos a caminar alejándonos del bar y del parque que estaba al lado, abarrotado de niños y de padres y nos dirigimos hacia los alrededores de la plaza, pasaron unos diez minutos en los que mi amiga no dijo ni una sola palabra, se limitó a suspirar y a pensar por los gestos de su cara hasta que se dirigió hacia mí y nos sentamos en un banco que daba hacia la calle:

“Mari necesito hablar, no soporto el tragarme todo lo que siento, pero por favor no digas a nadie lo que voy a contarte porque es todo tan personal que no lo compartiría con nadie”

-claro, Marisol como tu digas, pero si no quieres contarme nada lo entiendo, solo quiero que sepas que mi apoyo lo tendrás siempre.

“Eso lo sé y por eso quiero contártelo porque sé que puedo confiar en ti.”

-como desees

“verás mi familia nunca ha sido muy unida como os he contado, no es que mi tía me caiga muy bien, la que vive cerca de casa, siempre tan malhumorada… en fin pero es mi familia y mi madre la adora a pesar de los pesares…Bueno hace unos meses en una reunión familiar hubo una discusión ya ni me acuerdo porque en donde mis abuelos y mi madre se quedaron molestos por culpa de mi tía Ana, mi madre como siempre excusó, a mi tía y a mis abuelos…--ella es así no le ve mal a nadie—pero a mi padre no le gustó nada la situación y hubo un distanciamiento… boberías que luego se aclaró todo, pero mi padre renegaba de ir a casa de mis abuelos y mucho menos a casa de mi tía, lo que llevó a más de un disgusto y discusiones…

-vaya… entiendo las cosas de familia, no siempre son fáciles

“sí y que lo digas, pues pasó el tiempo y las discusiones aumentaron hasta que mi padre cedió y ponía buena cara, la verdad parecía que todo le daba igual o que ya no pasaba nada malo, más bien como si nunca hubiera pasado nada… todo iba bien hasta el fin de semana de tu fiesta que todo cambió…o eso creo”

-Marisol si no quieres seguir hablando lo entiendo…

“no… yo quiero seguir… verás mis padres siempre han sido de discutir entre ellos, por boberías como algunas parejas pero a los 5 minutos estar bien dándose besos y de más, pero a raíz de eso yo los notaba como fríos, con menos cariño no sé a penas se les oía hablar, al principio pensé que serían cosas mías hasta que el miércoles antes de tu fiesta les oí discutir fuertemente por la noche, no sabía qué demonios pasaba y me asusté pero al día siguiente hicieron como si nada hubiera pasado así que pensé que todo se habría aclarado, pero el viernes antes de ir a tu fiesta oí a mi madre hablar por teléfono con alguien, no sé con quién hablaba pero lo hacía como en susurros para que nadie la oyese, hasta que la oí llorar, hasta pensé en no ir a tu fiesta pero mi madre me insistió en que fuera y me quedara en casa de Yarey, que todo estaba bien, me negué pero ella insistió diciéndome: “Marisol eso son bobadas tuyas todo está bien, ve y diviértete” me insistió tanto que accedí a ir, a pesar de que no estaba tranquila del todo…”

-pero eso no quiere decir nada…

“si ya, eso no pero lo que pasó al día siguiente sí”

-¿qué pasó?

“cuando llegue a mi casa encontré en la sala unas maletas y unas cajas, me extrañó pero como estaba preocupada por mi madre acudí a verla y ver como estaba y para mi sorpresa la encontré forcejeando con mi padre en plena discusión, con mi hermano pequeño presente, les chillé por ese penoso comportamiento que estaban teniendo en frente de mi hermano, ante la rabia que me dio no preste atención a lo que hablaban así que cogí a mi hermano en brazos y me lo lleve a mi cuarto me encerré y me hinché a llorar, ante los gritos de mi madre y de mi padre aporreando la puerta diciéndome que saliese que abriera que no pasaba nada, que todo estaba bien, estaba tan enfadada que no abrí hasta la 1 de la tarde que cesaron de llamar a mi puerta, parecía que no había nadie así que ¿a quién podía acudir? si no era a mi tía era a mis abuelos, así que cogí mi bolso y al enano y me dirigí a casa de mi abuela pero cuando estaba por la calle, oí los chillidos llamándome… me hice la sorda y llorando como una magdalena llegué a casa de mi abuela, para mi sorpresa estaba mi tía que aunque muchas veces me había caído gorda, al verme así, se asustó y me llenó de preguntas…”

-chas Marisol vaya palo…

“ y eso no es nada… en resumen le conté y para no preocupar a mis abuelos, me llevó a su casa, a mí y a mi hermano, comimos con mis primos y luego por la tarde ella insistió en hablar con mis padres y en que debía volver a mi casa… accedí con la condición de que ella hablara primero con ellos, les marcó a mi casa pero nadie contestó, así que fuimos en el coche, ella entró y habló con ellos y cuando llegó al coche a buscarme la noté molesta su cara me lo dijo todo, me aseguró que todo estaría bien que no me preocupase que cualquier cosa, le marcara a su móvil.”

-tu tía no es tan mala como la pintas eh

“ya eso era lo que yo pensaba, cuando entré me dirigí a mi cuarto dejé mi bolso y a mi hermano y acto seguido mis padres se dirigieron hacia mí diciendo":

“tú te crees que eso son formas”, “tú que te piensas marcharte así”, “primero te encierras y luego te largas a casa de tu tía”, “que tienes tú que estar diciendo nada a nadie de lo que pasa o deja de pasar” etc. etc.…

Me duele tanto… yo les dije que peor había sido su comportamiento ante mi hermano pequeño, que estaba muy asustado y que si me fui fue porque me avergoncé de lo que vi con mis propios ojos, porque tanta educación y tanta bobería ¿para qué? si ellos eran peor que niños pequeños, la discusión no cesó y siguió hasta que me arte y me fui a dormir con mi hermano, al día siguiente nos reunimos en el salón me pidieron disculpas por todo lo ocurrido pero yo no las acepté y por la tarde mi padre metió maletas y cajas en su coche, yo no entendía nada de nada, hasta que vi la cara de mi madre escaleras arriba llorando y enfadada.

Mi padre me agarró y me dijo que se iba, yo no entendía nada le pregunté que como que se iba que qué demonios estaba pasando… pero no obtuve respuestas lo único que me dijo fue que eso era lo mejor, que tenía que marcharse aunque fuera por un tiempo, se marchó y me dejó allí sola echa un mar de lágrimas, al principio pensé que era por mí que todo era mi culpa, corrí hacia mi madre para que ella me contase que pasaba pero solo recibí sus chillidos echándome del cuarto, no hacía más que llorar y llorar y llorar hasta que de repente todo cesó así que pensé que estaría más tranquila, por eso le preparé algo de cenar pero cuando abrí la puerta de su cuarto, me encontré algo que jamás pensé…”

-¿Qué ocurr…-- nos interrumpió el móvil de Marisol sonando—

TIRIRIRI TIRIRIRI TIIRIRIRI

“Sí ¿diga?”

...

“Sí, soy yo, ¿quién es?”

Que habría pasado esa noche que dejó a Marisol tan mal, por más que le daba vueltas, no me venía nada a la mente por ahora me había dejado alucinada con la de cosas que le habían estado ocurriendo a ella y a su familia… la verdad el comportamiento de sus padres era bastante raro.

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